El revestimiento de microcemento es una opción que se ve cada vez más y no es de extrañar, ya que ofrece muchísimas facilidades. La instalación es rápida y no genera escombros, puede instalarse sobre cualquier revestimiento anterior, su mantenimiento es muy sencillo porque no requiere ningún tipo de cuidado especial y, al ser una superficie lisa, es muy fácil de limpiar. También ofrece una gran resistencia a los golpes y está disponible en diferentes acabados tanto de textura como de color.
Puedes optar por cubrir solo el suelo del baño en microcemento, lo que te asegurará protección contra impactos y una fácil limpieza, y combinarlo con otros materiales en bruto como el ladrillo visto a la madera. Otra opción es dejar que el material protagonice la continuidad de todo el espacio aportando amplitud y limpieza visual.