Entre las múltiples soluciones que se pueden encontrar están las pinturas plásticas que se caracteriza porque es lavable, seca muy rápido, se aplica fácilmente y cuenta con una amplia gama de acabados y tonalidades. es muy recomendable para cubrir superficies de grandes dimensiones, por lo que puede ser una buena elección para el cuarto de los niños que siempre está más expuesto a sus trastadas o dotes de artista de los más pequeños.
En cuanto al esmalte sintético, este tipo de pinturas ofrece una gran durabilidad (y resistencia ante golpes y rozaduras) en relación a la pintura al agua, pero también tarda más en secarse y necesita disolventes para limpiarla. Estos esmaltes se pueden utilizar tanto en superficies de interior como de exterior, para pintar superficies de metal y madera, como puertas, ventanas, rejas y muebles. Además de los esmaltes ya mencionados existen otros diseñados para aplicaciones y reparaciones muy específicas como por ejemplo el que se usa para reparar bañeras, placas de ducha, sanitarios...
Este tipo de pintura también se puede aplicar en el caso de las cocinas, por ejemplo, y donde se genera una gran cantidad de suciedad, humedad o grasa que se va acumulando sobre las superficies. Por eso lo mejor es usar una pintura que sea lavable y además tenga acabado brillante o satinado ya que son más sencillos de limpiar y ofrecen menos adherencia de la suciedad.
Por último, para exteriores, fachadas o terrazas la pintura elegida debe tener sobre todo una alta resistencia y durabilidad para aguantar las inclemencias del tiempo (lluvias, los rayos UV, la humedad, el moho…); al mismo tiempo que se ofrece una buena estabilidad de los colores durante años.