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Visto en: Singularpro Barcelona
Evidentemente el viento también es determinante. Si el toldo está expuesto al viento, podría romperse por un “efecto vela”. Lo mejor es recogerlos en cuanto notemos ráfagas de aire, pero lo cierto es que no siempre es posible. En el caso de los toldos pequeños, se puede colocar refuerzos, pero en los toldos de grandes terrazas, que cuentan con más metros de tela, es más complicado. Es posible, no obstante, incluir sistemas automáticos de seguridad que, al notar ráfagas de viento con determinada fuerza, se pliegan el toldo de forma automática.