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Visto en: Sezam
Un banco, un espejo, un armario o una consola... Muebles con sabor tradicional. Los muebles de toda la vida tienen sitio en tu nueva entrada, siempre y cuando seas cauteloso con su tamaño. Piensa que normalmente un recibidor tiene unas dimensiones reducidas. Escoge bien las piezas, patea mercadillos y ferias; intenta que todo lo que entre tenga su historia; y siempre se cauto añadiendo piezas para no atiborrar el espacio. Recuerda que en algunas piezas preciosas pueden vivir animalitos indeseables, así que antes de meter en casa la pieza, consulta con un restaurador (¡por si acaso!).