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Una vez que tengas la ropa clasificada y hayas apartado todo lo que vas a colgar, es momento de clasificar el resto. Y ahí es cuando entran en acción las pequeñas cajas o las perchas para pantalones o con pinzas.
Las cajas transparentes o cestas de rejilla son perfectas para evitar ropa amontonada. Incluso es posible que, en uno de los huecos donde antes acumulabas ropa, te quepan perfectamente algunas cestas de rejilla extraíbles. ¡Verás que despeje!