¿Qué se hizo?
La adecuación del local se puede desglosar en tres puntos o líneas de actuación:
1. Eliminación del zócalo de madera, sustituido por un perfil en l de aluminio lacado en blanco, que permite su integración visual con la pintura de la pared, y de parte del parket artificial. Con ello, conseguimos enfatizar y dar el protagonismo espacial que se merece la columna de piedra existente, a la vez que colocamos un felpudo sintético del cual carecía el local. En la zona interior, en contacto con la columna, se pinta la solera de hórmigón con una pintura epoxi gris, de las utilizadas en los aparcamientos, dejando un perímetro de 2-3 cm sin pintar, que nos permite enfatizar los encuentros con los diferentes materiales y la mencionada columna.
2. Colocación de dos forrados de madera natural de pino sin tratar, separados 8-10 cm del muro de soporte, que permiten ocultar la nueva instalación eléctrica, instalada de manera superficial para reducir costes, unas zonas donde la pared de soporte mostraba desconchados producidos por la entrada de agua por capilaridad y por último, facilitan visualizar, al producir un decalado del panelado, los dos espacios en los que se divide el local; un espacio de reunión en la zona más exterior y una pequeña zona de trabajo en el interior. También dota al local de una mayor profundidad espacial, al llevar el trasdosado hasta la zona del aseo.
3. Instalación de un nuevo sistema de alumbrado para permitir tres tipos de iluminación que modifiquen la visualización del espacio en función de las necesidades o gustos del usuario. Para ello, se coloca una iluminación indirecta del techo, formado por dos bóvedas por arista, que hace posible que se aprecie todo el volumen espacial del local, una iluminación indirecta colocada en el trasdosado de madera, que enfatiza los dos espacios de trabajo y, por último, luminarias puntuales que, si el usuario lo considera conveniente, remarcan el espacio de reunión, trabajo y exposición.
Con todo ello, junto con un mobiliario comprado en una conocida marca sueca, nos permite acondicionar el espacio de una manera muy económica, sin por ello renunciar al diseño ni a la puesta en valor de las cualidades arquitectónicas del espacio.