Dan muchísimo juego en decoraciones de todos los estilos. Aunque tengas un salón de estilo urbano, o incluso minimalista, una pieza antigua puede convertirse en la joya de la casa. Retira los viejos herrajes (y valora si los vas a mantener o cambiar por nuevos) y toda esa pintura o barniz que le sobra al mueble, para descubrir la belleza natural que esconde. Usa una lija suave y un cepillo de dientes muy duro mojado en disolvente en las molduras o esquinas. Así lo dejarás limpio. ¿Y si tiene hendiduras o golpes? no pasa nada, las primeras se solucionan con un trapo mojado en agua caliente (o leche), y las segundas con masilla para muebles y cera natural. Es un paso lento que igual te corta un poco el rollo, pero merece la pena si buscas un acabado profesional.