Ahora que ya lo has dejado divino, cuídalo un poquito más. No lo acerques a fuentes de calor ni lo expongas al sol directo. Límpialo regularmente con un paño seco, y no le apliques ningún limpia muebles que pueda dañar el acabado. Dependiendo del barniz o pintura elegida, el mismo fabricante te recomendará un mantenimiento. Lee las instrucciones y no te saltes ni un paso. Después del esfuerzo, merece la pena darle cariñitos para que se mantenga así de bonito durante años. ¿Quién sabe? igual en diez años le haces otro "lifting". Lo que sea con tal de que siga en club de los "vintage". Combina nuevo y viejo de manera equilibrada (sin saturar) y disfruta de una casa con alma. Ahorrarás dinero y harás un consumo mucho más responsable.
¿Y tú, has restaurado algún mueble viejo? a qué pieza le has echado el ojo y aún no has dado el paso de renovar. Nos encantará saber qué opinas.