Tenemos que exprimir todo su potencial, aprovechando el largo en lugar del ancho. Los muebles plegables (mesas, sillas) funcionan genial porque se pueden sacar cuando llega el buen tiempo, y guardar en los meses fríos o de lluvias. Para facilitar el acceso y sentirse cómodos, lo ideal es que las puertas sean abatibles o correderas de un ancho suficiente. Las plantas colgadas en la barandilla o en forma de trepadoras en la pared, pondrán el punto natural sin molestar. Y la imprescindible sombra, un toldo con brazos que no estorbe ni abierto, ni cerrado. Estarás tan a gusto en el balcón que seguro más de un día te darán las tantas. Recuerda poner luces cálidas (en la pared en forma de plafones), sobre la mesita con lámparas... Las soluciones solares van de lujo y no consumen, ¡nada!