Porque no siempre han de ser casas de playa, sol y arena, la siguiente casa-refugio, está situada en un enclave rural, rodeado de montañas, verde y mucho mar- mires donde mires-. La diversidad y una sensación revitalizante, contagian este proyecto gracias a la gran variedad a la hora de elegir los materiales; listones de madera, aplacados y pavimentos de hormigón y cerchas metálicas son capaces de convivir en armonía en la estancia principal, y lo mismo pasa con el mobiliario; su variada elección aporta un escenario divertido y contemporáneo. De fondo un maravilloso paisaje se encuentra enmarcado por unas ventanas de madera de pino, instaladas estratégicamente por el temporal de la zona.
ideas brillantes: la persecución de un enfoque sencillo y económico, llevo a los arquitectos a cubrir tanto fachadas como cubierta, con un revestimiento de placas de aluminio corrugado, aportando un resultado final contemporáneo y vibrante.