Nos contagiamos de paz, claridad y calor, al entrar en esta vivienda situada frente a la costa de cadaqués. Una intervención, que mezcla en un mismo recipiente diferentes formas de vida, después de mantener los elementos originales portadores del alma de la casa- bóvedas de arista, muros de piedra, depósitos de agua reinterpretados-, se unen a nuevas soluciones, afines a los nuevos estilos de vida, dando como resultado una coherente convivencia entre pasado y futuro.
ideas brillantes: dada la topografía del entorno, la casa se sitúa encastrada en la montaña, por lo que su distribución se enfoca de manera ascendente, y aprovechándolo, las estancias van situándose desde la primera planta –invitados y habitaciones- hasta la tercera, en la que se encuentran un espacio abierto salón-comedor-cocina, flanqueados en los dos extremos por dos grandes aberturas que inundan toda la estancia de luz y vistas.