x
Visto en:
Amos Goldreich
El cliente pedía una casa muy circulable, y por eso el criterio de los arquitectos fue apostar por el menos es más, un interiorismo muy cuidado y equilibrado en el cual el blanco y el orden son condición sine qua non en todas las estancias. Una envolvente completamente blanca que se combina sus veces con un pavimento de roble blanco, y de mármol del mismo color cuando hablamos de los baños. Un gesto que se traduce en la obtención de estancias despejadas y sencillas, pero no simples, ya que las notas de color las pone el mobiliario elegido expresamente para cada milímetro del proyecto, persiguiendo líneas puras y texturas naturales.