La madera más natural en tonalidades claras será la gran protagonista en muchos espacios. La veremos en suelos, paredes, mobiliario... El mármol, la piedra, el granito o el cemento ocupan también un papel privilegiado y serán los perfectos compañeros. En cuanto a las fibras, ya sabes, mimbre, ratán, bambú... Es hora de sacar las alfombras, asientos, maceteros o hamacas de fibras naturales. Lo artesanal se hace hueco y cabe en todas partes. Un sillón colgante en ese rincón del salón, una mecedora en la terraza, bandejas de fibras, cabeceros de mimbre en el cuarto de los niños... Ya va tocando aligerar un poco nuestras camas con algodón sostenible o lino.
En términos de decoración, diremos adiós a las líneas rectas para dar la bienvenida a las formas orgánicas.