Deja que la luz natural inunde tu casa y pásate a la iluminación LED. Es buena idea que elimines la pared del salón y dejes que su luz llegue al recibidor o al pasillo. En su lugar puedes poner un muro de cristal fijo, una puerta corredera de vidrio, o simplemente nada. En cuanto a las bombillas, pásate al LED y notarás enseguida el ahorro en la factura. Para zonas sin luz natural (baños, trasteros) opta por luz neutra muy parecida a la natural, y pinta siempre de blanco. En general, pintar paredes, techos, puertas y marcos de blanco es una forma barata de multiplicar la luz sin encarecer la factura. Hay bombillas inteligentes que se pueden conectar a tu teléfono para controlar el consumo de tu hogar en todo momento, y también lámparas solares, que funcionan estupendamente en la terraza, sin que gastes ni un solo euro en encenderlas.