Son tan mínimas en lo que respecta a detalles que precisamente esa la razón por la que pueden ser "eternas". Una cocina de este estilo busca la simpleza de formas y colores. Nada de tonos intensos ni de elementos que estorben. Todo práctico, fácil, accesible y de fácil limpieza. Si necesitas poner algo de riesgo en tu vida, atrévete a mezclar las puertas blancas con otras decorativas del color que quieras (si te cansas se pueden cambiar en una mañana), u otro tipo de puertas decorativas, de vidrio templado esmerilado, aluminio con revestimiento en polvo o laminados de alto brillo.
En una cocina de este estilo los frentes se suelen cubrir con el mismo material que la bancada, ya sea mármol o laminados con éste efecto. Y los suelos con frecuencia son de cemento pulido, porcelana o vinílicos. ¡Y no te olvides añadir luz, tanto bajo los armarios como dentro de los mismos!