Los dormitorios ya no son estancias que se usan solo para dormir. Ahora se trabaja en ellas, se disfruta viendo series o películas, o por qué no, nos damos una ducha igual a la que nos daríamos en la mejor suite de un hotel. Plantéate invertir este año nuevo en algunas mejoras, que saquen todo jugo a la estancia más íntima de tu casa. Piensa en una nuevo ambiente, abierto y mejor comunicado donde la luz campe a sus anchas y se aproveche mejor el espacio. Esto se traduce por ejemplo, en duchas con mamparas sin perfiles y totalmente transparentes mucho más ligeras que los tabiques convencionales. Si te preocupa la intimidad o limpiarlas hay soluciones para todo: un estor por la parte del dormitorio que se pueda subir o bajar, y un cristal con tratamiento antical, serían algunas de las mejores.
¿Y tú? ¿Tienes previsto este 2020 ir tachando alguna reforma de tu lista de tareas pendientes?
Cuéntanos en los comentarios por donde quieres empezar.