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Visto en: FANWORKING
En definitiva, la luz perfecta en cualquier estudio o dormitorio donde también se trabaja es siempre natural. Y cuando nos falte, utilizar bombillas de luz fría (azules o blancas) porque imitan la luz del día y te ayudan a mantenerte fresco y despierto. Deja las luces cálidas para el salón o incluso ese rincón del despacho o dormitorio donde te relajas, favoreciendo así que tu cerebro asocie ese momento como de descanso y desconexión, y más tarde de sueño.