Para lograr un ambiente bien iluminado y preparado para que rindas al máximo, se aconseja dotar el estudio o zona de despacho de distintas iluminaciones diferenciadas por zonas. Un error habitual es colocar solo una lámpara de trabajo, cuando lo que de verdad convencía es planificar una iluminación completa que ilumine homogéneamente todo el cuarto. En una habitación pequeña puedes establecer una luz general y otra focal utilizando una lámpara o flexo LED. Lo ideal es que esté en el lado contrario con el que escribimos para evitar sombras, sobre todo si tomas notas o escribes, y que disponga de un brazo por encima de tu cabeza y concentrado en el punto donde trabajas. La pantalla debe tener la mayor apertura posible, y la salida de luz oculta para no deslumbrar. Son muy prácticos los flecos lineales y los que ofrecen la posibilidad de regular la intensidad.