El papel pintado lleva años decorando paredes. Ahora los vemos también en viviendas, vistiendo techos e incluso muebles. La generación millenial (nacidos entre 1980 y 1995), marca una tendencia actual que ya deja signos en la decoración de interiores, con espacios más flexibles. Hogares multifuncionales con una clara idea: reciclar más y consumir menos. Y ahí es donde el papel pintado puede jugar un papel importante forrando cualquier cosa que imagines. Desde un modelo clásico a otro más moderno, floral, geométrico, más sobrio, o natural. Si tu objetivo es un dormitorio con personalidad y estilo, atrévete a dar una segunda vida a muebles heredados utilizando pintura o papel. En cuanto a los motivos. ¿Grandes o pequeños? si tu dormitorio es grande te puedes permitir un motivo a gran escala para magnificarlo aún más. Si es más bien pequeño, hay que tener cautela. Piensa que los diseños a gran escala necesitan mucho espacio para que la composición y diseño queden bien. En espacios con poca luz, no lo dudes, la apuesta segura es un papel que sume claridad.