Lo sabemos, el "antes" de este dormitorio no está tan mal. Partiendo de esa base, a veces hay que preguntarse si, tras un tiempo, la decoración de una estancia se puede mejorar. En este caso, la respuesta es claramente que sí, viendo el resultado de la refoma. La diferencia principal pasó por quitar el papel de pared, que recargaba el dormitorio, y dejar que los tonos neutros y las sencillez sean los protagonistas. Siendo el lugar donde descansamos, una decoración que aporte serenidad es, sin duda, un gran cambio. Madera natural en estilo nórdico y detalles como (sí, otra vez) las lámparas colgantes hacen que ahora el dormitorio sí esté de diez. Bueno, si os digo la verdad, yo hubiera dejado la silla del dormitorio inicial, quizá lacada en gris o rosa...