Parte de lo más importante del 80% del dormitorio es (sí, ¡lo has adivinado!) la cama. Si pensamos en elementos de larga duración, vemos que en esa partida presupuestaria principal deberían integrarse los elementos esenciales, aquellos que se usan diariamente y sin los cuales el dormitorio no sería el lugar de descanso y sueño que debe ser. Así que una buena cama es una inversión a largo plazo en la que no debes escatimar. Lo ideal es que sea cómoda, robusta y de materiales naturales de calidad. Una estructura que soporte bien el peso y un colchón que sea ergonómico.
El peso decorativo de una cama es grande dentro del conjunto del dormitorio, así que lo más recomendable es escoger un estilo neutro, que posteriormente pueda personalizarse con los textiles.