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Visto en:
Jaak
Desde el primer momento en el que este típico apartamento chino llegó a las manos del estudio de arquitectos jaak vieron que tanta compartimentación no funcionaba, por lo que procedieron al derribo de toda partición interior que restaba de iluminación y fluidez. El resultado fue un escenario de 33m², vacío, sobre el que empezar a trabajar. Huyendo de las barreras y de la segmentación, los arquitectos decidieron resolver la distribución en base a un gran mueble central de madera de roble blanco, que organiza la estancia y a su vez alberga múltiples actividades; leer, estudiar, almacenar… y haciendo del cuarto de baño la única pieza de la vivienda que dispone de puerta.