Mantener una estancia tan reducida -15m² – despejada y recogida no es tarea fácil, pero con ingenio y ganas todo se consigue. Este estudio cuenta con un conjunto de muebles camaleónicos, que tan pronto sirven para dormir como para exponer la nueva colección.
Tras unos paneles correderos perforados, para colocar y exponer diferentes tamaños de obras, se encuentra un enorme espacio de almacenaje y además una cama, que a veces hará la función de descanso para el artista como de lugar para los invitados sorpresa. Las paredes, son paneles correderos que se desplazan para poder distribuir sus obras por los diferentes puntos de la estancia, según la iluminación que les quiera dar. La mesa cuenta con cuatro ruedas, para que en el momento oportuno, se consiga una estancia libre, destinada a la exposición final. Pequeño lugar, repleto de sorpresas.