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No es fácil tratar la fachada de una casa rural. Entre las normativas, que cambian en cada municipio (por eso siempre os recomendamos contactar con un profesional para que os asesore) y la naturaleza circundante, es fácil no atreverse a tocar nada del exterior y centrase solo en reformar el interior. Sería una pena no aprovechar la ocasión, si se permite, para poder cambiar detalles de la fachada, que al final no deja de ser el escaparate de tu vivienda al exterior. En este caso se han hecho huecos con aperturas grandes con marcos de madera, algunos a ras de la piedra y otros en voladizo. Un recurso relativamente sencillo pero muy efectivo.