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Visto en: Silvia Noguero
O bien por su tamaño o su accesibilidad, o por el tipo de ventana, las hay que son más complicadas que otras. Por ejemplo, las ventanas de gran tamaño, especialmente las que van de suelo a techo, son difíciles de limpiar. Ante todo, prima nuestra seguridad y por eso hay que tratar de no colgarse de escaleras que pongan en peligro nuestra salud. Mejor usar un taburete y utilizar una rasqueta de goma con mango para acceder a las partes más altas. la parte inferior, los rieles, también son complicados y ahí lo que podemos es utilizar un aspirador y después pasar una bayeta húmeda para que la limpieza sea más eficaz. Ahora sí que sí, ¡nuestras ventanas lucen super limpias y brillantes!