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Dezeen
Mediante una escalera de madera de roble, en la que también se aprovecha el espacio para almacenaje, accedemos a la habitación. En ella, debido a la reducida altura de la que se dispone solo se pueden realizar actividades sentados o tumbados, por lo que solo se subirá a dormir o a escribir algún breve fragmento, pero no pasa nada, porque como ya hemos dicho, la casa funciona como un solo espacio, aunque si se quiere algo de privacidad, un estor de color blanco que se desenrolla desde el techo para escondernos sutilmente.