Apuesta por la creatividad y la optimización de los recursos. Las vías oscuras y sin ventilación son lugares normalmente desaprovechados. Los pasillos obligan a encender la luz durante el día y gastar en calefacción en espacios que en realidad no usas. Lo mejor para aprovechar estos espacios de distribución es incorporándolos a las estancias, sin perder por ello las vías de circulación. Una distribución más compacta y adaptada a la superficie con un concepto abierto reduce estas zonas de paso, manejando las transiciones y flujos de circulación con claridad y lógica.
Otra opción es buscar la forma más eficaz de darle utilidad a una zona de paso. Por ejemplo, transformando tu pasillo en una biblioteca: lograrás espacio de almacenamiento sin restar paso.