Toda la vida se ha dicho eso de ojos que no ven. Si el suelo de tu casa es un espanto, pero no puedes invertir ahora en uno que te guste, sin meterte en créditos, utiliza las alfombras para ocultarlo. La oferta es tan inmensa, que puedes elegir modelos ideales para el salón, bajo la mesa del comedor o incluso el pasillo. Y si te atreves, incluso hacer como en las casas señoriales, en las que no faltan las alfombras superpuestas para crear contraste, sumar calidez y a la vez delimitar espacios. ¿Te gusta el suelo hidráulico pero no lo tienes de origen, ni te da para una reforma? no pasa nada, investiga un poco y verás que hay un montón de alfombras vinílicas que lo imitan (al menos hasta que llegue el que deseas). Importante: fíjate en la calidad. Si es muy malo (o se ve muy falso) el nivel cae en picado.