Tras el verano, uno de los puntos que con más urgencia pedirá su limpieza serán los ventanales. Seguro que están llenos de polvo y suciedad, fruto de las tormentas estivales. Recuerda que las persianas y sus marcos se deben dejar a punto. Y que las cajas en las que se ocultan, también acumulan suciedad. Por seguridad, en caso de ser cristales de difícil acceso y para conseguir un acabado más perfecto, tienes la opción de encargar la limpieza profesional o de recurrir a la tecnología. Los robots limpiacristales son una alternativa eficaz (de momento, no muy asequible). Y no te olvides de las puertas e interruptores. Lo más probable es que necesiten también un repaso. Ayúdate de una bayeta húmeda con agua y vinagre para dejarlos, ¡perfectos!