A más grandes, más atiborrados. Haz la prueba en tu casa, comienza a abrir cajones y sorpréndete de la capacidad que tenemos los humanos para guardar todo tipo de trastos. No hace falta pasarse al minimalismo, pero si tomarse en serio el tema de acumular. Reduce mobiliario, pásate a las soluciones a medida para guardar mucho mejor y en menos espacio y descubre todo lo que puede dar de sí tu salón (aunque sea pequeño). ¿Ideas de cosas que sobran? esos viejos CDs que no funcionan (o el reproductor que tienes debajo de la tele cogiendo polvo y que no se usa); aquella colección que nunca te dió la vida y que no terminaste; esas toneladas de revistas de temas que hoy no te enamoran; o todos esos cables, conectores o cargadores que ya no te sirven, y enmarañados dañan a la vista.