Nunca subestimes el poder del papel pintado. En un lienzo tan grande como una pared, es capaz de decorar y sumar muchísima personalidad a tu casa, en tiempo récord. Escoge uno que sea vinílico o TNT (tienen base textil y una capa vinílica) por ser el salón una habitación con mucho tránsito. Así podrás disimular grietas o desconchones en la pared, protegerla de rozaduras (muy práctico en la zona de comedor) y a la vez crear el ambiente que más te apetezca. Lisos o estampados, a rayas, o incluso imitando materiales. Un truco: si quieres que el salón se vea mucho más grande, elige uno liso de tonos claros. Si buscas calidez por encima de todo, tonos cálidos. Para reducir la inmensidad de un espacio, que no sabes cómo llenar, decídete por uno oscuro. Y para poner una pared de "acento" (esa que quieres que arrase) te puedes atrever con los motivos tropicales, de flores… una tira de LED en el techo terminará de hacer magia. Fíjate en la foto: ¿no sería lo mismo sin ese espectacular papel del fondo en zig-zag, verdad? pues eso.