Efectivamente, lo son pero no han pasado de moda. De hecho cuando aparecen paredes de piedra o ladrillo, o incluso vigas detrás de techos o falsos muros, arquitectos e interioristas apuestan por dejarlos a la vista, dándole carácter a la decoración de estas casas. Las molduras vuelven ¡y de qué manera! igual que grifos, luminarias o muebles con detalles dorados. La fiebre del oro es un "must". Pero igual que con los colores oscuros, hay que aplicarlo con cuidado (sólo en este caso: menos es más). Vemos pisos modernos con puertas clásicas recuperadas, o suelos de parquet en espiga restaurados. ¡Y quedan sensacional! lo mismo que lámparas de diseño que cuelgan de un rosetón en el techo. Lo que envejece a tu casa no son esas molduras, ni sus techos altos, es que no esté al día con las nuevas tecnologías. Comienza a pensar en la domótica para convertir tu casa en un hogar más cómodo, eficiente ¡y moderno!