Apuesta por muebles ligeros y con doble función para los espacios comunes y también para tu cuarto. Mesas, cajoneras, carritos y burros para la ropa, con ruedas; taburetes apilables que se apartan en un momento si molestan; estanterías multifunción... El salón será un espacio compartido donde puede venir muy bien apostar por un sofá que se convierta en cama para las visitas.
Una forma de conseguir mucho espacio para guardar, sin hacer las paredes un queso gruyere, es usar paneles perforados. Se instalan en un momento y permiten almacenar en vertical todo tipo de cosas.
¿Vais a pintar? lo más habitual es usar el color blanco. Es un color que ayuda a crear armonía y que en caso de descubrir algún desastre, del que nadie se hace responsable, se limpia o se vuelve a pintar sin que se note el parche dejando a salvo la fianza.