Y esto no significa solo jubilar las viejas lámparas, sino hacer una reflexión sobre qué tipo de iluminación tenemos y cuál necesitamos. Piensa si lo usas solo para ver la tele, o si también coméis allí o se trabaja con el PC. Aunque no te lo creas lo más importante no es la luz natural que recibe, sino qué pasa cuando cae la tarde o amanece nublado. ¿Y qué podemos hacer? apostar por la domótica para planificar la luz en cada hora del día y al mismo tiempo ahorrar. No puede faltar una luz general con varias luces (para que no quede pobre), luz ambiental cálida y a ser posible, regulable, y luz puntual para destacar por ejemplo, una librería. En el sofá se suelen poner lámparas de apoyo y sobre la mesa una que ilumine ampliamente la superficie (un par si fuera larga). Y una última cosa: no compres todas las lámparas a juego (como se hacía en los 80), un mix de modernas y retro quedará mejor. En cuanto a las cortinas, lo más moderno es el screen enrollable, las venecianas o las de tela sencillas de tejidos claros y naturales.