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Empezaron por abrir los espacios para comunicarlos de una manera más fluida y natural. Un espacio diáfano dónde ha ganado luminosidad y han aprovechado todos los metros. Además, el mobiliario blanco y sin tiradores, aligera el conjunto y da más sensación de orden. " queríamos huir de la idea de cocina clásica, cerrada, con las paredes alicatadas...y la integramos a las zonas comunes. Elegimos un mobiliario en blanco muy discreto y usamos un pavimento de baldosas geométrico", explica el arquitecto.