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Visto en: Albion985
Los suelos de barro cocido o terracota fueron los pavimentos más populares de la arquitectura pública y privada en españa hasta el siglo XIX. Tienen un sello inevitablemente rústico y como suelo de terraza, aportan calidez y ese toque de artesanía y del saber hacer de las tradiciones de toda la vida. Existen distintos acabados, que se consiguen aplicando ceras u otros productos específicos que impermeabilizan, acentúan su color natural y le dan más o menos brillo a las baldosas.
Eso sí, son un material mucho más delicado que otros pavimentos, ya que su alta porosidad hace que se manchen o erosionen con facilidad. Para ello, se deben proteger con productos impermeabilizantes especiales.