Podemos hablar de ventajas, sí. Para empezar, es evidente que con una temperatura más agradable podremos conciliar mejor el sueño, sobre todo cuando nos encontramos con noches por encima de los 30 grados. Está comprobado que el descanso de una persona es mayor cuando la temperatura no es muy alta, por tanto, incluso aunque duermas menos horas, tendrás más calidad de sueño.
Este descanso no sólo se verá beneficiado por la temperatura, además, al mantener las ventanas cerradas estaremos manteniendo lejos de nuestro dormitorio mosquitos y otros insectos que pueden hacer que pasemos una mala noche.
Hay una creencia generalizada que asegura que el aire que desprende el aire acondicionado es malo. Esto también es un mito. Es más, podemos decir que es todo lo contrario; y es que se crea una corriente que limpia el aire, propiciando un ambiente saludable que, además, puede ser beneficioso para ciertas alergias. Ahora bien, para beneficiarnos de esto, es completamente imprescindible tener una máquina limpia. Es necesario revisar y mantener los filtros limpios, así como el resto de conductos de la máquina.