Los más difíciles de localizar podrían venir de las camas de tus perros o gatos, bebederos, comederos o juguetes acumulan bacterias, y pueden oler muy mal. ¿Dejas subir a tus mascotas al sofá? usa una funda que se pueda quitar y lavar con regularidad, y te evitas problemas. Los mordedores de tela de bebés o de goma suelen desprender también olores muy desagradables. Y por último, recuerda limpiar los instrumentos de limpieza: bayetas de cocina, trapos, estropajos... ¿Has fregado alguna vez el suelo y notado un olor desagradable, a pesar de usar un limpiador con aroma? casi seguro la culpa es de la fregona. Nunca debes guardarla sucia ni mojada. Hay que limpiarla, dejar que se seque al sol, y cuando esté del todo seca meterla (ahora si) en el cubo.
Y tú, ¿has notado olores desagradables o extraños en casa a pesar de poner en práctica todas las medidas de higiene a tu alcance? nos encantará saber qué opinas. Anímate a dejar tu comentario.