Dicen que después de la nevera es el electrodoméstico que más consume. Hay casas en las que se pasa el día, y parte de la noche, encendido. Para colmo, a diferencia de lo que sucede con la nevera o el lavavajillas, la eficiencia energética no es un factor determinante para casi nadie en su compra. ¡Es un gran error! con la llegada de los modelos inteligentes, su uso se ha ampliado y se utiliza como centro multimedia, incluso para controlar otros electrodomésticos de casa. ¿Qué se puede hacer? primero, apagarlo si no se usa y usar regletas para evitar el temido consumo fantasma (también del microondas, la cafetera, el PC...). Y si vas a invertir en uno nuevo, elige un televisor ecoeficiente para fomentar el ahorro de tu factura y de emisiones de CO₂ a la atmósfera.