Los que saben de terapia de pareja dicen que muchas broncas parten de un problema con el armario. Ocupar más espacio que el otro, tener otras manías a la hora de guardar o incluso partir de conceptos diferentes sobre qué cosas importan y cuáles no, puede ser motivo de sonadas broncas. Para erradicarlas de raíz ¡ataca al problema! un vestidor o un buen armario cabe en casi cualquier dormitorio. La clave para conseguirlo es el diseño. Donde tú solo ves un cuarto pequeño y oscuro, un interiorista o arquitecto de interiores es capaz de ver un rincón detrás del cabecero, o un espacio en el que cabe un buen vestidor. Habitaciones anexas, un baño que no se usa, una pared que se desplaza unos centímetros... Soluciones hay muchas y presupuestos también. Todo es cuestión de que te animes a dar el paso.