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Visto en: Foto Adrià Goula para Román Izquierdo
La flexibilidad que aporta la puerta corredera permite separar la zona de día de la zona de noche, generando la posibilidad de dar mayor privacidad al dormitorio cuando sea necesaria. La visión general con la puerta abierta dota de profundidad la vivienda, generando una cálida sensación de amplitud. Los espacios de salón y la parte de oficina del dormitorio se fusionan en un espacio común volcado al exterior.