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Visto en: Clean Job Reformas Y Proyectos
Los dormitorios actuales tienden a usar colores claros en sus paredes. No es algo extraño, pues se trata de un lugar en el que principalmente se duerme. Conciliar el sueño será mucho más sencillo si empleamos tonalidades como el azul, celeste o verde, pues favorecen la relajación y el descanso. No obstante, también es posible apostar por blancos o incluso tonos beige. Aunque nos sintamos tentados, quizá no sea la mejor opción la de los colores cálidos, tales como el naranja o rojo, pues se trata de tonos excitantes. Eso sí, en los dormitorios de personas con problemas de depresión sí podrían ser opciones interesantes.