Una vez solventada la primera pregunta, es el turno de tener a mano todos los materiales necesarios para construir uno mismo su propio invernadero. Así pues, se puede optar por una estructura metálica (algo más costosa eso sí) que soportará mejor las envestidas de los fenómenos atmosféricos; o bien decantarse por la madera como una solución más barata y que permite salir del paso cuando el invernadero es de pequeño tamaño.
Eso sí, en este último caso es bueno usar una madera clara o pintarla de blanco para protegerla de la intemperie, además de darle algún tratamiento que le aporte mayor durabilidad.
Incluso se puede emplear, como último recurso, el aluminio; el material más caro de los dos ya mencionados y que es muy resistente ante la corrosión.
Una vez se tiene esto ya solo hay que poner la cobertura del invernadero: desde lonas y films de polietileno (PE) o PVC a placas de policarbonato como la gama de placas onduclair pc de onduline. Estas últimas, por ejemplo, ofrecen una alta resistencia al impacto y una mayor durabilidad que las anteriores, además de permitir una difusión óptima de la luz. Una versión más perfeccionada de las placas de policarbonato son las de policarbonato celular como es el caso de onduclair pc celular.
¿Y para el suelo del invernadero? aquí las opciones son infinitas. Desde colocar madera, pasando por hormigón, cerámica, grava…