en una lavadora, hay rincones donde los restos y el agua se acumulan sin que nos demos cuenta. Es el caso del cajetín del detergente y la goma de la puerta. para limpiar el cajetín solo hay que extraerlo del todo y ponerlo bajo el chorro del fregadero, frotando con un cepillo para eliminar los restos de detergente y de suavizante. Un consejo: en lugar de añadir el detergente por el cajetín, hazlo con un dosificador de los que se introducen directamente en el tambor. Y puedes sustituir el detergente por vinagre de limpieza o vinagre blanco; conservarás mejor la ropa y ayudará a limpiar la lavadora por dentro.
¿Y qué pasa con la goma? lo más recomendable es evitar que el agua se acumule en sus pliegues. Para ello, solo tienes que retirarla con una bayeta o una esponja después de cada lavado y dejar la puerta bien abierta durante 60 minutos, para que se seque bien. Si no lo haces, con el tiempo aparecerán unas manchas negras producto del moho. Pero que no cunda el pánico: puedes eliminarlas con un cepillo y una mezcla de 3 litros de agua, 60 ml de zumo de limón y 250 ml de agua oxigenada.
Todavía nos queda un punto por revisar: el filtro. Se trata de un elemento extraíble que suele estar en la parte inferior de la lavadora, tras una tapa. Sacarlo y limpiarlo es muy sencillo; además de eliminar la suciedad, el filtro también se encarga de retener objetos pequeños (monedas, botones, etc. ) que pueden atascar las cañerías. Antes de retirar el filtro, conviene colocar trapos o un recipiente para recoger el agua acumulada.