Cuando ya hemos revisado y limpiado todos los componentes de la lavadora, es el momento de terminar con el tambor. Es un paso obligatorio para terminar de eliminar los malos olores que se generan por la acumulación de detergente. Lo más sencillo, como es lógico, es poner una lavadora vacía en el programa más corto que tenga y con agua caliente (60 - 90°) para se limpie ella sola. Pero solo con agua no conseguirás gran cosa; de nuevo, los "remedios de toda la vida" vienen en nuestra ayuda.
Empieza vertiendo un vaso de vinagre blanco y otro de bicarbonato sódico en el cajetín del detergente. También los puedes poner en el dosificador o directamente en el tambor. Pon la lavadora y deja que los productos hagan su trabajo. El vinagre es un fungicida natural y el bicarbonato elimina los malos olores; juntos son un equipo imbatible. ¡Y económico!
Por último, quédate con estos tips para ahorrar energía, mantener la ropa bien cuidada y prolongar la vida útil de la lavadora:
- Calcula bien la cantidad de detergente que utilizas. Para una carga normal basta con medio tapón. Si añades más, la lavadora acumulará restos y terminará generando malos olores.
- Siempre que puedas, lava con agua fría (30° máximo). Ahorrarás energía y dinero, tu ropa se cuidará mejor y los circuitos de la lavadora sufrirán menos.
- Elige programas largos "ECO". Duran más tiempo, pero consumen mucha menos agua y energía. Merecen la pena: lo notarás en tu factura y ayudarás a cuidar el medioambiente.
- ¿Vas a lavar ropa blanca? añade un cazo de perborato sódico al cajetín del detergente o al dosificador. Evitará que amarillee.