Por supuesto, contar o no contraventanas y persianas será el complemento perfecto para mejorar el aislamiento optimizando la climatización y minimizando el frío. Nuestro consejo es que en los meses más gélidos, aproveches la luz natural de las horas centrales del día para dejar que el sol inunde tu casa. Contando con las ventanas perfectas, tenemos asegurado menos frío y más ahorro. La luz natural no debe encontrar obstáculos en su camino: retira los muebles que puedan estorbar (muebles, sofás) y apuesta sobre todo por el color blanco, que es el que más luz refleja. Y si no tiene camino para entrar dentro de casa, siempre puedes suprimir un muro clásico y convertirlo en uno de cristal (que además se llevan muchísimo). Utiliza cortinas y estores solo si hace falta y asegúrate de que permiten la entrada de luz. Reservaremos las dobles cortinas para los casos en que no hay persiana o necesitemos intimidad o tamizar la luz.