El mantenimiento del sistema de climatización y de los aires acondicionados también es básico, por eso es importante hacer revisiones periódicas para prolongar su vida y evitar disgustos con el consumo. En el caso de la vivienda, todos los años se deben limpiar los filtros (no te puedes imaginar el polvo y la suciedad en general que acumulan) y hacer una inspección más a fondo cada 4 años. El sistema eléctrico de toda la casa tampoco está de más que se revise todos los años. Muchas veces se hace a la vez que se revisa la caldera y la instalación de gas. Por seguridad y para evitar reparaciones mayores, especialmente ahora que tenemos tantos aparatos eléctricos conectados a todas horas, no te confíes y pide a un especialista que le pegue un repaso. Un enchufe que se calienta o desprende un olor como a quemado (o a pescado) puede esconder un fallo que acabe cargándose la instalación entera (doy fe de ello). Así que mucho cuidado con esto.