Sí, ya sabemos que hay otros factores que priman, como el precio o todo lo anterior. No obstante, esto no significa que tengamos que renunciar a un buen diseño. En este aspecto, lo mejor es fijarse en los pavimentos que queremos escoger y en el tipo de decoración que tienes en casa. Busca algo acorde y que no desentone.
Ten en cuenta que el suelo cambiará por completo, casi de forma radical, el aspecto de la vivienda. Esto es positivo, pero si no lo hacemos con cabeza puede ser un inconveniente. Antes de arriesgar, mejor escoger un pavimento que se adapte al estilo que ya tienes en casa. Además, recuerda que las casas con poca luz prefieren suelos en tonos claros, mientras que las viviendas con más luz, pueden verse genial con pavimentos un poco más subidos de tono.