El microcemento es un revestimiento, normalmente bicapa, con mezcla de derivados del cemento con resinas y polímeros y una malla en medio. Podemos utilizarlo tanto para interiores como exteriores. su espesor es solo de 1 a 3 mm y cuenta con una gran resistencia y flexibilidad. Se trata de un revestimiento continuo sin juntas. Se aplica de manera artesanal, con llana metálica (es decir, no es autonivelante) y los acabados lisos son los más normales, aunque podemos conseguir efectos que imiten la piedra u otros dibujos y tiene gran variedad de colores y acabados. Posee gran resistencia mecánica y fuerte adherencia sobre cualquier tipo de soporte: hormigón, morteros, cerámica, yeso, etc., aunque no es recomendable sobre madera. Es completamente impermeable y puede conseguirse un acabado antideslizante. El acabado del microcemento es cementoso, con variaciones de tono e incluso aguas. El microcemento se coloca rápido (hasta unos 30m por día) y se puede transitar tras unas 4 horas. El microcemento depende del suelo existente para evitar la debilidad ante los golpes.