Unos dueños que poco tiempo después de instalarse en su nueva casa reformada fueron bendecidos por la llegada de una nueva integrante. Para ella, tenían preparada una preciosa habitación que sin importar la juventud de su ocupante, incluiría el mobiliario de apariencia más antigua. Para esta habitación se recuperaron escaparates y cómodas de diseño decididamente vintage que fueron luego conjugados con una maravillosa cuna ovalada de estilo nórdico y un asiento de bambú. Todo bajo la mirada fresca de una frondosa kentia y sobre la eterna nobleza de los mosaicos que han visto crecer tantas generaciones. Todo acompasado por la amplia calidez de los tonos neutros, los blancos rotos y la madera, salpicados siempre por el colorido étnico y textil que esta cosmopolita pareja conoce tan bien gracias a su profesión.
¿Crecerá esta niña para ser tan creativa, arriesgada y divertida como sus padres? ¡Nos apostamos lo que sea a que sí! desde egue y seta, en cualquier caso, estamos encantados de haber ayudado a sus padres a crear un hogar que acoja e inspire todos sus sueños.